Celebran en Sevilla su primera presentación conjunta ensalzando su oferta de “turismo de calidad” y con la “esperanza” de recuperar la actividad durante el segundo semestre del año
Aunque el proceso de vacunación de la población frente al Covid-19 esté afrontando no pocas dificultades, en especial por los retrasos de las compañías farmacéuticas, la administración de las dosis avanza progresivamente y el horizonte del fin de la pandemia comienza a tomar forma en la distancia.
Pocos sectores económicos anhelan ese momento tanto como el turismo, pues fruto de la expansión del virus y las restricciones impuestas por los países para frenarlo, la llegada de turistas extranjeros a España se ha desplomado de los aproximadamente 83,5 millones de 2019 a unos 18,95 millones en 2020, una drástica caída del 77,3 por ciento para un sector de indudable peso en la socioeconomía española.
En este contexto, el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y la sociedad estatal Paradores de Turismo arrancaban el 19 de abril en Sevilla su nueva campaña de promoción conjunta, con la participación del presidente de dicho grupo y alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna; el presidente de Paradores de Turismo, Óscar López; el alcalde hispalense, Juan Espadas; el viceconsejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete; y los máximos representantes de las tres ciudades andaluzas cuyos cascos históricos están declarados como Patrimonio Mundial, la alcaldesa de Baeza, Dolores Marín; el alcalde de Córdoba, José María Bellido; y la alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares.
El acto, celebrado junto a profesionales del sector turístico de Sevilla, cuya Catedral, Reales Alcázares y Archivo de Indias gozan también de la declaración de Patrimonio Mundial, supuso la primera de las presentaciones previstas por el grupo de 15 ciudades españolas con sus cascos históricos declarados Patrimonio de la Humanidad y Paradores de Turismo. Tras este evento de apertura, la campaña promocional comprende nuevas presentaciones en Madrid, París (Francia) y Lisboa (Portugal).
La idea, según explicaba el alcalde de Mérida y presidente del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, es visibilizar que las mismas están “preparadas” para acoger al “nuevo” perfil de turista previsto tras la pandemia. Porque como explicaba Antonio Rodríguez Osuna, un estudio elaborado por la consultora especializada en turismo Braintrust a instancias del mencionado grupo de ciudades españolas refleja que “el nuevo turista” buscará lugares “seguros” frente al virus y estas ciudades son verdaderos “museos al aire libre”.
EL “NUEVO TURISMO”
Dicho estudio, según agregaba, augura además una revalorización del patrimonio histórico, los “eventos culturales de primer orden”, la gastronomía y la naturaleza como elementos tractores del nuevo turismo, requisitos todos ellos atesorados por el “exclusivo club” de las 15 ciudades españolas cuyos cascos históricos están declarados Patrimonio Mundial. Se trata, en concreto, de Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza/Eivissa, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda.
Los resultados de tal informe coinciden groso modo con los de un sondeo elaborado por el Real Instituto Elcano y Turespaña, con unas 17.000 entrevistas durante septiembre de 2020 a turistas de 29 países. Este informe arroja igualmente que con relación a España, los turistas encuestados deseaban una oferta más variada, menos masificación y más productos culturales y de naturaleza, extremo por el cual la ministra de Turismo, Reyes Maroto, defiende que tras la pandemia, España no debe volver a la senda del turismo de masas.
Esgrimiendo los cálculos según los cuales el ahorro de las familias “ha crecido un 35 por ciento” en España desde el comienzo de la pandemia, el alcalde de Mérida mostraba además su convicción en que ese perfil de “nuevo turista” lleva implícito un incremento del gasto, si bien también es cierto que la irrupción del virus ha traído consigo una nueva crisis económica y un alza del desempleo.
En cualquier caso, Antonio Rodríguez Osuna lanzaba un clarísimo mensaje de “esperanza” con la mirada puesta en el segundo semestre del año, recordando la previsión de que el 9 de mayo concluya el segundo estado de alarma decretado contra la pandemia y abogando por que ese aspecto suponga una relajación de las limitaciones. Mediante esa anhelada reducción de las restricciones y el avance del proceso de vacunación, según indicaba, será posible una “verdadera recuperación” de la actividad turística, aunque siempre “anteponiendo la seguridad” tanto de los viajeros como de los vecinos frente al Covid-19.
El presidente de la sociedad Paradores de Turismo coincidía en ese sentido en que “la prioridad” ha de ser “siempre la seguridad” de turistas y locales, pero aseguraba que es posible “compatibilizar” esa máxima con la “recuperación” de la actividad turística, sobre todo apostando por el “turismo de calidad”.
De cara a esa recuperación, Óscar López se mostraba optimista, recordando que España es el segundo país “más visitado del mundo después de Francia” y el destino turístico más competitivo según un informe anual del Foro Económico Mundial respecto a 19 indicadores como “el clima, la gastronomía , la cultura, las infraestructuras o la seguridad”.
Del mismo modo, defendía que España es además “el tercer país del mundo” con más ciudades y enclaves declarados como Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés), detrás de Italia y China.
“MARCA ESPAÑA DE LA BUENA”
Merced a tales aspectos, Óscar López aseguraba que el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y Paradores de Turismo, que cuenta con 97 hoteles por todo el país, constituyen una “marca España de la buena”. “Somos la mejor versión de España, porque representamos su historia, su patrimonio y su cultura”, enfatizaba, considerando que el “nuevo turismo” va a suponer una “ocasión histórica” para el modelo turístico que promueven las ciudades Patrimonio Mundial y los paradores.
El viceconsejero andaluz de Turismo, por su parte, auguraba también un “turismo diferente” tras la “pesadilla” de la pandemia, exponiendo que las administraciones y el sector han de “aprovechar” el “punto de inflexión” vivido con la paralización de la actividad turística a cuenta del virus, para “redefinir” el modelo y conducirlo hacia “la sostenibilidad” frente a la “masificación”.
Y es que según admitía, antes de la irrupción de la pandemia, “en algún momento” Andalucía o al menos algunos destinos de la región pudieron “estar al borde del sobreturismo”, cerrando dicha comunidad autónoma 2019 con unos 32,5 millones de turistas tras un alza del seis por ciento en el número de viajeros, 12,4 millones de los cuales procedieron del extranjero.
Precisamente por eso, Alejandro Cardenete abogaba por “potenciar” el modelo de turismo que inspiran el Grupo de Ciudades Patrimonio Mundial y los paradores, “no pensado en la cantidad, sino en la calidad”. Ese cambio de paradigma, según razonaba, ha de conllevar la desestacionalización de la actividad para evitar aglomeraciones y la captación de un perfil de turista de mayor nivel económico.
“SEÑALES” DE LAS AEROLÍNEAS
En ese sentido, el viceconsejero andaluz de Turismo también hablaba en términos de optimismo, señalando especialmente que “casi cada semana” hay novedades sobre la restitución de conexiones aéreas con relación a Andalucía y España.
Si bien la Asociación Internacional de Transporte Aéreo no prevé hasta 2022 el grueso de la recuperación del tráfico de aeronaves comerciales, Cardenete defendía que la paulatina reanudación de los vuelos es una “señal que anticipa un verano mucho mejor que el de 2020”, saldado con “cotas históricas” para el turismo de interior pero con resultados “desastrosos” para otros sectores y destinos.
Con el augurio de que los resultados del verano de 2021 “pueden superar las expectativas” en materia de turismo, Cardenete especificaba que el objetivo de la consejería andaluza del ramo es que la región consiga atraer este año a unos 16 millones de turistas, algo menos de la mitad que la cifra cosechada en el año previo a la pandemia, insistiendo en la idea de fomentar una “desestacionalización del turismo, que permita tener viajeros prácticamente todo el año, pero sin concentraciones”.
El alcalde de Sevilla, una ciudad que cerró 2019 con un nuevo récord de 3,13 millones de turistas y que sufre también la falta de viajeros, vaticinaba de su lado que “una vez alcanzado el nivel deseado de vacunación” de la población local, la recuperación de la actividad turística “va a venir muy rápido”, toda vez que el Gobierno central espera que a finales de agosto ya esté vacunado aproximadamente el 70 por ciento de los españoles.
Y es que como defiende el primer edil hispalense, España cuenta con “destinos muy maduros” en materia turística, un factor a tener en cuenta de cara a la ansiada recuperación de la actividad. A su entender, será en otoño cuando se aprecie plenamente el nuevo “despertar” de la actividad turística, siempre que se cumplan los objetivos que pesan actualmente sobre la mesa en materia de vacunación.
De cualquier modo, Juan Espadas apostaba por exprimir “el potencial del conjunto”, como a su juicio implica la alianza entre el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y Paradores de Turismo. Según el alcalde hispalense, el patrimonio histórico que atesoran tales ciudades, el sello de la Unesco y la oferta que constituye la red de Paradores de Turismo conforman un producto que ofrece “una experiencia única”, un valor de peso en ese nuevo modelo de turismo de calidad defendido por las administraciones y los agentes del sector.