5ª parada: Estrecho de Magallanes
Trece meses después de su partida, el navegante y sus cuatro naves por fin llegan al Estrecho que después se llamaría de Magallanes, el punto en el que se unían los océanos Atlántico y Pacífico, Occidente y Oriente, el lugar que venían buscando. En este punto, por las noches, los marineros veían las hogueras de los indígenas en la costa y por eso bautizaron la zona como Tierra de Fuego.
Con una extensión de 560 kilómetros, el Estrecho de Magallanes es un lugar de increíble belleza natural e impactantes paisajes, ideal para realizar actividades de aventura como el buceo, el kayak o el trekking. También es destino para los que disfruta con la observación de la flora y la fauna y con el ‘birdwatching’ o avistamiento de aves. Y todo, a un paso de la Antártida.