Queda poco para que llegue el buen tiempo y para que los primeros rayos de ese sol primaveral que tanto nos gusta nos inviten a salir de nuestros cuarteles de invierno. Fuera los ortopédicos abrigos y el jersey de lana y bienvenida la vitamina D y el contacto directo del sol en nuestra piel. Desde Maleta Mundi os proponemos cinco opciones distintas para planificar alguna salida durante los primeros días de marzo.
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Carrapateira (Portugal)
Si eres un deportista nato y te apasiona el surf no lo dudes, tu destino está al sur de Portugal: Carrapateira. Además de tratarse de uno de los lugares preferidos para los surfistas por sus más que óptimas condiciones para practicar este deporte, también disfrutarás del singular paisaje que forman los impresionantes acantilados rodeando playas semi vírgenes.
Praia do Amado y Praia da Bordeira son dos de las playas más conocidas de la zona. Para vuestra estancia os recomendamos la Pensâo das Dunas, un económico lugar de ambiente muy acogedor. Los desayunos resultan especialmente agradables en una coqueta cocina común donde se comparte mesa con manjares preparados por los propios dueños de este pequeño y cálido alojamiento.
A quienes hayáis visitado Portugal os sonarán los míticos “peixe” y “frango” “gelhado” (pescado o pollo a la parrilla), que forman parte de la popular y sabrosísima gastronomía lusa. También el marisco y las cataplanas de arroz están riquísimos. Sitio do Forno, ubicado en la misma playa de Amado, es un lugar ideal para disfrutar a mediodía de un buen almuerzo con espectaculares vistas.
Si aprovecháis hasta el atardecer podéis acabar el día saboreando un par de Sagres, la birra más consumida en Portugal. Eso sí, no olvidéis ropa cómoda pero de abrigo porque, al caer el sol, el viento y el oleaje de la zona te dejan helado.
2. Las Caldas Villa Termal (Oviedo)
Si han sido meses de duro trabajo y el estrés ha consumido gran parte de tus energías, la mejor recomendación que podemos hacerte es una “buena cura” en Las Caldas Villa Termal.
Aunque se encuentra a sólo ocho kilómetros de la ciudad de Oviedo y cuenta con un enclave natural privilegiado para combinar distintas actividades de exterior, la realidad es que cuando uno se aloja en este lujoso Resort queda atrapado hasta prácticamente el día de salida.
Es un destino de lujo, ideal para disfrutarlo en pareja y aprovechar los exclusivos servicios que ofrece: balneario, piscina, tratamientos de belleza, peluquería y estética, spa, centro deportivo … Lo que hoy conocemos como “wellness”.
Las instalaciones cuentan con una larga historia arquitectónica fruto de la restauración integral del Balneario de Las Caldas. Se trata de un establecimiento que data del año 1776 y que, tras una gran proceso de transformación en el año 2003, hoy ofrece un nuevo concepto que integra la salud, el deporte y el bienestar.
3. Las Landas (Francia)
¿Eres más bien “agreste”? ¿Te mola el contacto con la naturaleza y estás deseando tener un hueco para escaparte a algún destino rural y aún no conoces Las Landas al sur de Francia? ¡Pues ya estás tardando en disfrutar del bosque más extenso de la Europa Occidental! Con más de un millón de hectáreas, ocupa la mayor parte de la región de la Nueva Aquitania.
Te recomendamos la estancia en la localidad de Sabres, es un lugar rodeado de una naturaleza exhuberante que te permitirá largos paseos y un contacto directo con el mundo rural. A su vez cuenta con buena conexión por carretera para desplazarte a algunas de las ciudades cercanas.
Imprescindible Burdeos para degustar sus prestigiosos vinos y pasear sus calles. Arcachón y sus famosas ostras (aprovecha estas fechas porque en temporada alta te resultará imposible tan siquiera aparcar).
Y sería pecado visitar la zona y no acercarse a la Duna de Pilat a contemplar desde allí el atardecer, que es todo un espectáculo para los sentidos.
Uno de los lugares ideal para descansar y pernoctar en Sabres es Auberge des Pins, uno hotelito podríamos decir “chic” dentro de su entorno. Los jardines son verdaderos paisajes.
4. Sevilla (Andalucía)
Ni playa ni montaña, lo que te apetece es cultivar la mente e ilustrarte sobre algún tema de actualidad cultural.
Uno de los destinos que debes visitar este año es la monumental ciudad de Sevilla. Allí el buen tiempo está garantizado en estas fechas y además, en 2018 la ciudad celebra por todo lo alto el Año Murillo, con motivo del cuarto centenario del nacimiento del pintor sevillano. En el rincón más inesperado de la ciudad (carta de tapas de algunos bares, escaparates de confiterías, el propio metrocentro de la ciudad…) te encontrarás con un homenaje al pintor. El Centenario cuenta incluso con su particular pasaporte que puedes obtener en la Casa del pintor ubicada en pleno barrio de Santa Cruz.
Son diversos los emplazamientos donde se pueden contemplar obras del autor, entre ellos el Museo de Bellas Artes de Sevilla, la segunda pinacoteca del país. Hacer alguna de las Rutas Murillo te permitirá pasear por las zonas más legendarias de la ciudad.
En Maleta Mundi tenemos una original sugerencia: Ruta por la obra de Murillo a través de sus modelos “secretos”.
Las posibilidades de estancia en el centro de Sevilla a precio razonable son muchas, además con maravillosas vistas. Una de las opciones es el Hotel Bécquer, en la calle Reyes Católicos. Tiene una ubicación muy afortunada pues tanto el centro de la ciudad como el río Guadalquivir se encuentran a un paso.
5. Viena
Por último, un destino que nunca defrauda: un paseo por la ciudad imperial, Viena.
Si intentas hacer una lista con los lugares que no puedes perderte de Viena, descubrirás que va aumentando hasta hacerse interminable: cultura, gastronomía, arquitectura, naturaleza… Pero si hay algo que no puedes dejar de experimentar en tu paso por la ciudad durante el mes de marzo es el paseo en barco por el Danubio hasta la ciudad eslovaca de Bratislava. El trayecto es de unos 75 minutos y merece muchísimo la pena.
Una cita ineludible con la gastronomía es el Naschmarkt. Puedes acudir temprano para hacer la compra y aprovechar a media mañana para tomar alguno de los ricos aperitivo acompañado de un buen vino. Un lugar envuelto en colores y aromas del que con toda seguridad volverás con una compra más voluminosa de lo que habías previsto.
Entre las joyas arquitectónicas y culturales que hay que visitar está, sin duda, el Palacio de Schönbrunn, cuyo edificio y jardines fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1996. Durante los meses de invierno el lugar ofrece una preciosa estampa nevada y por estas fechas comienza a engalanarse de una colorida y bonita flora. Un lugar para fotografiar sin parar.
Dedicar una mañana al Palacio Belvedere es acercarse a una de las más valiosas colecciones de arte de Austria. Allí podrás ver expuesta la famosísima obra El Beso, de Gustav Klimt.
La sobremesa es un momento de lo más oportuno para pasear las calles céntricas, visitar edificios como la Catedral de San Esteban o el Ayuntamiento y pararse a tomar un café en alguno de los establecimientos de lo más concurrido como el Café Sperl o el mítico Café Central. No te vuelvas sin haber degustado lo más de la fina repostería del lugar, la famosa Tarta Sachen.
Los precios en esta ciudad andan considerablemente por encima de la media de España. Aun así hay opciones de alojamiento en zona céntrica sin tener que recurrir a precios desorbitados. Aquí tenéis algunas opciones: el Hotel NH Wien City, el Exe Vienna o la Pension Neuer Markt.
Este reportaje ha sido publicado en la sección «Oxigena2» de EL Plural