En tiempos de clichés y etiquetas, ni siquiera los destinos se libran de ellas. Es el caso de la provincia de Huesca que, con más de 263 días de sol al año y con una gran variedad de propuestas que ofrecer al viajero, sigue apareciendo en el imaginario turístico como un destino de climatología hostil. Con toda seguridad, el hecho de que Huesca cuente con una de las mayores estaciones de esquí de España, Formigal, ha favorecido esta idea.
Sin embargo, más allá del frío y de la nieve, la localidad es toda una caja de sorpresas. Entre los viajeros que hace tiempo descubrieron los encantos de estos parajes están los amantes del turismo rural: aldeas de unos 30 habitantes, como Viacamp y Litera, reciben en torno a 100.000 visitas al año.
En cuestión de números, la provincia Huesca da la talla más que de sobra:
- 306 picos de más de 3000 metros de altura
- 20 glaciares
- 197 lagos
- Un salto de agua de 70 metros de altura
- 10 rutas moteras
- Casi 800 restaurantes, 3 de ellos cuentan con estrella Michelín
Solemos buscar en cada destino que visitamos, la originalidad, aquello que no encontraremos en otro lugar o, al menos, no de la misma forma. En el caso de esta localidad, encontramos tal variedad de singularidades que se antoja difícil poder disfrutarlas todas en un solo viaje.
Destacamos algunas de las imprescindibles
El Oso Camille
Se trata del último de la especie de oso autóctono que habitaba esta zona de los Pirineos. Se da por extinguido desde el año 2010, cuando fue visto por última vez. En su recuerdo queda La Senda Camille, que recorre la zona que un día habitó el animal, hoy poblada por otras especies de plantígrados. Se trata de una ruta de una belleza impresionante pero de alta exigencia física.
Desierto de Los Monegros
Conocido como el desierto del sur de Europa, es uno de los mayores del continente con más 275.000 hectáreas. Abarca 49 pueblos y 31 municipios y su gran riqueza biológica contempla 200 especies locales.
Vinos Somontano
La producción de vino en esta región se remonta a la época romana, pero es en 1984 cuando tan larga tradición vitícola alcanza uno de sus mayores éxitos con la Denominación de Origen Somontano. Para los apasionados de la gastronomía recomendamos la Ruta de Somontano que, además de la cata del vino, incluye un acercamiento a otros dos sabores deliciosos de esta tierra, el queso y el aceite.
La Fiesta de la Longaniza
De carácter anual, el festejo tiene lugar el último sábado de julio en el municipio de Graus. Se celebra desde el año 1991, pero fue en 1997 cuando el alma de esta celebración, la longaniza, obtuvo el Récord Guinness gracias a 505,47 metros de embutido.
La trufa negra
Es uno de los ingredientes de moda en la cocina de vanguardia. Se trata de una exquisitez que no se encuentra en cualquier territorio, el ecosistema pirenaico y su particular clima permiten que la tuficultura sea una de las actividades más valoras en la zona. Una vez que la trufa negra está a lista para su consumo (lo que suele llevar años) se procede a la «caza de la trufa» con perros adiestrados. La localización del Tuber melanosporum solía practicarse con cerdos, algo que dejó de hacerse porque el animal, además de localizar el hongo maduro, lo engullía. Una de las recomendaciones gastronómicas caseras que recomiendan los lugareños es guardar varios huevos y una porción de trufa en el interior de un recipiente cerrado y, pasados unos días, preparar con esos huevos ya penetrados con el aroma una tortilla o un revuelta, ¡una delicia!
Turismo cinematográfico
La singularidad del paisaje de Huesca hace de ella una tierra de rodajes con amplia experiencia. La película Los hermanos sisters, del francés Jacques Audiard, ha permitido al paisaje oscense (que en el film recreaba la realidad paisajística del estado de Oregón) lucir recientemente en todo su esplendor en el Festival de Cine de Venecia 2018. La muestra obtuvo el León de Plata al mejor director. Pero no es ni mucho menos, la única. La larga tradición fílmica de Huesca contempla rodajes míticos como Jamón, Jamón; Palmeras en la nieve; Julieta; Que se mueran los feos; Libertarias; El mañana nunca muere, Bajo la piel del lobo … etc. Huesca la Magia del cine ofrece diversas rutas muy interesantes.
Festivales
Con la llegada del verano, el territorio se llena de música. Son 9 los festivales de música y cultura que tienen lugar en periodo estival. Asistir a cualquiera de ellos no solo nos permite el disfrute de melodías clásicas, antiguas o jazz, de la fotografía o del cine, también es un verdadero placer el imponente patrimonio arquitectónico donde algunos de estos festivales tienen lugar.
Turismo de Fe
Huesca es uno de los emplazamientos de la Ruta Mariana, un itinerario con un alto interés turístico, patrimonial y cultural, además de religioso. En el participan anualmente unos 12 millones de peregrinos. La ruta, a su paso por el municipio, tiene su parada en Torre Ciudad, el santuario oscense en el se venera a la Virgen Nuestra Señora de los Ángeles, una talla románica del siglo XI.
Pirineos Roadtrip
Numerosas son las rutas «on the road» que podemos seguir por todo el territorio internacional: La Ruta 66, la Ruta de la Seda, la Transamazónica, etc. Nada tiene que envidiarles la conocida Pirineos Roadtrip, con 5 itinerarios que recorren territorios de Francia y de España. Cada ruta tiene su encanto particular, pero todas ellas atraviesan parajes espectaculares: monasterios, montañas, picos, balnearios, puertos, cañones, desfiladeros… Todo un placer para los sentidos el contacto directo con la naturaleza más virgen.
Deporte
Para los amantes del deporte y la aventura, Huesca también es un destino acertado: alpinismo, running, esquí, rafting, parapente… Pero si hay una práctica en la que los oscenses han invertido mayor dedicación es en el ciclismo en toda su diversidad. Se trata del primer destino certificado como Bike Friendly. Son múltiples las rutas en bici que pueden practicarse.