Raquel Rubia: «Tras la COVID, el visitante tiende a suprimir todo servicio no esencial»
Ana Pérez Luna
@AnaPerezLuna
11 de enero de 2021

Raquel Rubia Sojo

 

 A punto de cumplir los 36, Raquel Rubia Sojo, profesional autónoma del sector turístico,  capea el temporal -primero el provocado por la pandemia, ahora el llamado Filomena- como mejor sabe hacerlo, con una sonrisa y el optimismo que siempre la ha acompañado

Esta sevillana, diplomada en Turismo y máster en Dirección Turística, se refiere a su profesión como su vida, mucho más que un simple trabajo. Se siente afortunada por poder dedicarse, desde 2013, a una actividad en la que confluyen sus pasiones: el turismo, la historia y el arte

 

P. ¿En qué ámbito geográfico desarrolla su profesión?

 R. Cuento con dos acreditaciones de Guía Oficial de Turismo, la de Andalucía y la de Aragón. Hoy en día, por las circunstancias que todos conocemos, mis visitas se desarrollan en la ciudad de Sevilla y su área metropolitana. Pero, en circunstancias normales, con mi licencia puedo trabajar interpretando el patrimonio en cualquier punto de Andalucía.

Por supuesto, puedo también celebrar visitas guiadas en cualquier punto de Aragón, pero realmente, he trabajado en Andalucía desde el principio.

P. ¿Cómo ha vivido el sector la crisis provocada por la pandemia a todos los niveles: económico, sanitario, etc.? ¿Qué medidas diarias han sido necesarias en el desempeño de la actividad?

R. El turismo es de las actividades económicas que más ha sufrido no sólo en España sino, obviamente, a escala mundial. Todo se ha paralizado a niveles que nunca antes hubiésemos imaginado.

Si hablamos de una ciudad como Sevilla, que en los últimos años ha invertido tanto en el sector terciario y de cómo gran parte de su población se ha especializado en ello, pues tenemos como resultado un desastre en todos los aspectos. Y si nos centramos en el turismo cultural y la difusión nacional e internacional del patrimonio,  pues apaga y vámonos… no hay público al que hacer llegar esa difusión. Ha tocado dar la vuelta a la tortilla y readaptar el negocio a un público diferente, al público local.

Las medidas sanitarias empleadas en el desarrollo de las visitas guiadas han ido adaptándose a los requerimientos del Gobierno tanto nacional como regional: grupos muy reducidos en los que el uso de mascarilla es obligatorio, distancia de seguridad y radioguías, en caso de ser necesario.

P. ¿En qué medida la reducción de visitas de turistas internacionales ha sido asumida por la demanda nacional, autonómica o local?

R. Es imposible que el turismo nacional o local asuma la demanda que existía por parte del público internacional por diversos motivos.



Por un lado está el mayor poder adquisitivo de los visitantes extranjeros que contratan a un guía oficial, el perfil del visitante internacional es de un nivel económico elevado, por lo que optar a contratar este servicio estaba a la orden del día.

Por otro lado, es  difícil superar la espectacular cifra de más de tres millones de turistas registrada en Sevilla durante 2019, mucho más en el momento en el que nos encontramos.

Por último, están las prioridades que la crisis económica provocada por la COVID ha impuesto. El público general tiende a suprimir todo aquel servicio que no le resulta esencial a la hora de hacer turismo, es decir, se cubren las necesidades básicas como la comida y el alojamiento, y se suele evaluar como extra el resto de servicios, entre ellos, las visitas guiadas.

P. ¿En qué medida las ayudas facilitadas por la Administración han conseguido paliar el impacto del COVID-19?

R. Se agradecen mucho las ayudas por parte de la Administración, sobre todo en el caso del Guía Oficial de Turismo autónomo. Pero, la realidad es que son bastante bajas. Resulta muy complicado poder mantener una vida digna, así como seguir invirtiendo tiempo y continuar apostando por este oficio y su futuro con una ayuda que apenas deja margen para, simplemente, sobrevivir.

P. ¿Está el sector de guías turísticos organizado a nivel nacional? ¿Conoce las circunstancias de los profesionales de otros territorios?

R. Cada municipio, área o región, atendiendo a sus elementos patrimoniales, zonas naturales protegidas o de interés, cuenta con diversas asociaciones que, bien de manera pública o privada, se organizan en torno a los intereses del sector. Es cierto que hay poca cohesión, pero sí entendimiento y, últimamente, incluso un mayor acercamiento.

P. ¿Cómo era su trabajo diario antes de la pandemia? ¿Qué servicio prestaba y a qué tipo de turistas? 

R. Pues, como Guía Oficial de Turismo autónoma colaboraba con varias agencias y hoteles que me proveían de los grupos y clientes individuales que requerían mis servicios de visita guiada. Casi en su totalidad, de perfil extranjero, de mayoría americana y europea. El trabajo era diario, con incremento de la demanda en primavera y otoño coincidiendo con las temporadas turísticas más altas de la ciudad.

P. Hoy por hoy conocerá la ciudad como la palma de su mano… ¿Cuáles fueron en su día los descubrimientos más sorprendentes?

R. Después de varios años conociendo en profundidad esta ciudad, he de decir que Sevilla ¡nunca dejará de sorprendernos! Confieso que he sufrido algún que otro síndrome de Stendhal en La Iglesia de San Luis de los Franceses, en la Sala de Embajadores del Alcázar o en la mismísima Plaza de España.

P. ¿Hay preferencias en el tipo de rutas o visitas según la nacionalidad del turista?

R. ¡Totalmente! El publico de perfil extranjero siempre va a decidirse por las visitas a los lugares más impresionantes como la Catedral, el Real Alcázar, Plaza de España y el Barrio de Santa Cruz. Es cuando repiten su visita a Sevilla el momento en que solicitan otro tipo de tour para seguir descubriendo nuestra maravillosa ciudad y su área metropolitana.

Raquel Rubia durante una de sus visitas guiadas

P. ¿Cuál es el turista “más agradecido»?

R. Esta pregunta me encanta. Tiene que ver mucho la motivación y las ganas de aprender y disfrutar de la belleza y de las historias de nuestra bonita ciudad. Si esos visitantes conectan con la energía que suelo utilizar para mostrar nuestro patrimonio, entonces todo irá genial. La mejor recompensa te la encuentras al final, en forma de  un gran abrazo o, quizás, un buen apretón de manos. Por descontado las decenas de fotos que se hacen contigo y que luego te envían para que te acuerdes de ellos. Muchos las publican para que todo el mundo sepa lo felices que fueron en Sevilla con esa guía en particular. Tengo el mejor oficio del mundo 🙂

P. ¿Y el menos?

R. El visitante menos agradecido es el que no conecta con el guía por varias razones. Falta de motivación, cansancio, quizás no le guste el discurso o, directamente, no tiene ganas. Esa persona querrá acabar lo antes posible para marcharse.

P. ¿Qué monumento, museo, lugar, calle… es la que más pasiones levanta entre quienes visitan nuestra ciudad?

R. Es muy difícil decantarse por un lugar concreto ¡contamos con tantos! Pero, hay uno muy fotografiado, es justo el giro que hace a la izquierda el final de la calle Miguel de Mañara cuando conecta  con la Plaza del Triunfo, se ven la Catedral y la Giralda encajadas entre los muros del Real Alcázar y la fachada trasera del Archivo de Indias, esa imagen parece un cuadro. Independientemente de la hora a la que vayas, es un espectáculo para los ojos.

P. ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo y lo que más añora de la etapa pre COVID?

R. De mi trabajo me gusta TODO. Es el mejor oficio del mundo. Tener el privilegio de desarrollar mi actividad en áreas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en tantos lugares impresionantes con que cuenta esta ciudad milenaria, mostrarla a personas que vienen desde tan distintas partes del mundo y que te contratan porque quieren saberlo todo acerca de esta ciudad… eso no tiene precio.

Nadie puede imaginar cuánto echo de menos lo mucho que me gustaba lo que hacía diariamente y me consta que la mayor parte de mis colegas de profesión están pasando por la misma desazón.

P. ¿Su destino preferido?

R. Creo que todavía me quedan muchos lugares en el mundo por visitar para elegir uno de ellos como mi favorito pero, si a día de hoy tengo que decidirme por uno, creo que escogería Florencia. De todos mis viajes, es el destino que mayor shock  me causó por su descomunal belleza.

P. Una anécdota

En una ocasión, en mitad de un tour de cuatro horas se rompió la suela de uno de mis zapatos. En circunstancias normales, compras unos nuevos y ya está. Pero eran las 13.30 horas de un domingo de agosto sevillano, en plena calima, con el suelo a la temperatura justa para freír un huevo en él y, para rizar el rizo, los comercios estaban ya casi todos cerrados. Como era previsible, me quemé el pie, casi descalza acompañé a los clientes a su restaurante e inicié mi propia ruta, convertida en Cenicientaº en busca de una zapatería abierta. Por suerte, pude volver al encuentro de mis queridos visitantes y terminamos el bonito tour tras su almuerzo. He de decir que era una muy buena zapatería: tras dos años los zapatos ¡siguen como nuevos! Gajes del oficio.

P. Un deseo futuro…

Mi deseo es que la salud vuelva a ser parte de nuestra vida cotidiana lo antes posible, y que lo que hemos vivido y sufrido comience a ser un mal sueño para dejar paso a las oportunidades, a las ganas y a esa alegría que tanto necesitamos.


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