En el corazón de Andalucía, la provincia de Huelva destaca no solo por su belleza natural y sus playas vírgenes, sino también por un impresionante patrimonio megalítico. Estos monumentos prehistóricos, esparcidos por todo el paisaje onubense, ofrecen una ventana fascinante al más remoto pasado de la humanidad y constituyen uno de los tesoros arqueológicos más valiosos de España.

Los megalitos de Huelva son testigos silenciosos de una historia milenaria que merece ser conocida, respetada y conservada. Unos monumentos de piedra que, aunque inmutables en su apariencia, nos hablan del ingenio, la espiritualidad y la organización de las primeras sociedades humanas, y siguen siendo una fuente inagotable de fascinación y descubrimiento.

Más de 200 estructuras megalíticas catalogadas convierten a la provincia de Huelva en una de las áreas más ricas en monumentos prehistóricos del suroeste de la península ibérica.

Un viaje a la prehistoria

El patrimonio megalítico de Huelva se remonta a miles de años, aproximadamente al Neolítico y la Edad del Bronce, cuando las comunidades humanas comenzaron a construir monumentos utilizando la piedra como elemento constructivo. Estos megalitos, que incluyen dólmenes, menhires y crómlech, no solo sirvieron como tumbas y lugares ceremoniales, sino que también reflejan las creencias y conocimientos astronómicos de aquellas sociedades primitivas.

Los dólmenes de El Pozuelo

Uno de los conjuntos megalíticos más destacados de Huelva es el de El Pozuelo, ubicado en el término municipal de Zalamea la Real. Este sitio arqueológico consta de trece dólmenes, distribuidos en varios grupos. Los dólmenes de El Pozuelo son especialmente notables por sus grandes dimensiones y la complejidad de su construcción. Estos monumentos funerarios, compuestos por enormes losas de piedra, muestran una sofisticación técnica sorprendente para las sociedades que los erigieron.

La estructura de los dólmenes, con cámaras funerarias y corredores, sugiere que estas construcciones eran de gran importancia para las comunidades neolíticas. Además, la orientación de algunos dólmenes hacia el solsticio de invierno indica un conocimiento avanzado de la astronomía, lo que añade una capa de misterio y fascinación a estos monumentos.

Fotografía: Ayuntamiento Santa Bárbara de Casa

La necrópolis de La Zarcita

Otro sitio importante es la necrópolis de La Zarcita, situada cerca de la localidad de Santa Bárbara de Casa. Este complejo funerario cuenta con varios dólmenes bien conservados, que ofrecen una visión detallada de las prácticas funerarias y rituales de las primeras sociedades agrícola. Los dólmenes de La Zarcita están rodeados de un impresionante entorno natural que no ha cambiado mucho desde la construcción la construcción de estos monumento, lo que permite a los visitantes experimentar el paisaje tal como lo habrían visto los antiguos habitantes de esta región.

Los menhires de La Palomilla

Además de los dólmenes, Huelva alberga varios menhires, como los encontrados en La Palomilla, cerca de Lepe. Se cree que estos monolitos de piedra, erigidos verticalmente, tenían un propósito ritual o simbólico, aunque su significado exacto sigue siendo objeto de estudio y debate entre los arqueólogos. Los menhires no solo destacan por su tamaño, sino también por la precisión con la que fueron levantados, lo que demuestra una notable habilidad técnica y organizativa.

Dólmenes de Los Gabrieles. Fotografía: Ayuntamiento de Valverde del Camino.

Los megalitos de la Sierra onubense

La Sierra de Huelva, particularmente la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, alberga una notable concentración de monumentos megalíticos. En esta zona montañosa, los dólmenes y menhires se encuentran integrados dentro de un entorno natural que sorprende al visitante. Estos megalitos, como los dólmenes de Los Gabrieles y de Los Llanetes en Aroche, destacan no solo por su excepcional estado de conservación sino también por la riqueza arqueológica y cultural que representan.